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Líderes empresariales de hoy

AMAY CHOCOLATES

Los primeros embajadores PaisSana

 

Creer en la marca PaisSana es aportar a la implementación del Acuerdo de Paz, es creer en las segundas oportunidades y en que es posible acercar el campo a la ciudad. Conocer las historias detrás de cada producto es fundamental para entender la procedencia y el contexto de quienes lo producen. Amay Chocolates le creyó a PaisSana desde el inicio, siendo la primera empresa en certificarse con la marca que Construye Paz. Esta es su historia.

Llegar a la finca de Octavio es toda una travesía. No solamente el recorrido al municipio de Briceño a seis horas de Medellín, también las dos horas en mula por entre trochas hacen parte del trayecto para llegar a la última finca cacaotera de la vereda Las Auras. Un viaje de ocho horas por entre las montañas de Antioquia, gigantes e imponentes que caracterizan tanto a esta región del país. 

Octavio vive hace 20 años en el municipio de Briceño en el departamento de Antioquia. Como muchos campesinos de Colombia, tuvo que vivir la violencia del conflicto armado desde que era un niño.

Él recuerda cuando llegó la guerrilla al departamento y unos años después, los paramilitares. Al igual que otras familias del municipio, trabajar la tierra para los cultivos de maíz, yuca y plátano como lo habían hecho generaciones pasadas, se convirtió en un recuerdo lejano. Debido a la ocupación guerrillera, los productos no podían salir del territorio, imposibilitando su comercialización. Octavio vio como miles de hectáreas cultivadas se iban marchitando, dejando terreno para la siembra de coca.

La coca fue una alternativa para los campesinos de seguir trabajando la tierra, de tener un comprador fijo y una fuente de ingreso para poder sobrevivir.  Para el 2017, en Antioquia había sembradas cerca de nueve mil hectáreas, “uno ya ni sabía a quién se la estaba vendiendo; un día eran guerrilleros, al otro día paramilitares o simplemente la delincuencia común”, afirma Octavio. Él era ‘caletero’ como se le llama coloquialmente a los químicos que transforman la hoja en pasta de coca. Tras la firma del Acuerdo de Paz, Octavio se acogió al Programa para la Sustitución Voluntaria de Cultivos Ilícitos, clasificando en el convenio con Fedecacao. De esta forma, en 2018 conocería a Adrián, quien le presentaría el cacao como una alternativa para trabajar nuevamente la tierra con el orgullo que alguna vez le vio a sus antepasados. En diciembre de 2019, Octavio sembró su primera cosecha y rápidamente alcanzó unos estándares de calidad muy superiores que lo llevarían a convertirse en proveedor de Amay Chocolates. Empresa fundada por Adrián en 2020 para la transformación de productos derivados de cacao cultivado por más 30 familias del municipio de Briceño. 

Son más de 100 personas que proveen granos de cacao a Amay Chocolates, que a su vez cuenta con un modelo de negocio de pago justo con los proveedores. “Octavio no es solamente mi proveedor, él es mi amigo y es mi socio. Necesitamos más Octavios en el campo colombiano” asegura Adrián. Todo el portafolio de Amay Chocolates es certificado con la marca PAISSANA, deliciosas barras de chocolate al 70%, 80% y hasta 100% de puro cacao, nibs, bombones rellenos y miel de mucílago artesanal. Además de ser gran sabor, al comprar estos productos se está apoyando familias que decidieron cambiar la coca por el cacao, aportando directamente a la implementación del Acuerdo de Paz y al sueño de construir una Colombia en paz.